La oferta turística de Yátova es abundante y variada. El visitante puede disfrutar de sus atractivos paisajes, de los vestigios arqueológicos, de un interesante casco urbano y de una sabrosa gastronomía.
Iniciamos la visita en uno de los puntos más altos de su término municipal, el Pico de los Ajos, ubicado en la Sierra Martés, que goza de una buena accesibilidad y que hace muchos siglos fue el lugar donde se erigió un poblado íbero, que en nuestros días se ha convertido en un yacimiento del que han salido piezas arqueológicas de gran valor. Por ejemplo, la colección de escrituras íberas más importantes del arco mediterráneo, a cuyo hallazgo la revista National Geografic dedicó una página. La colección museográfica ligada a este poblado íbero se exhibe en el edificio histórico de El Lavadero, ubicado en el casco urbano de Yátova.
Otro de los lugares de obligada visita es la Cueva de las Palomas, un increíble paraje donde podemos contemplar enormes masas rocosas que protegen una cueva sobre la que cae una cascada. Hasta aquí se llega a través del río Juanes, un curso fluvial que nos ofrece una agradable ruta salpicada de pozas y pequeños saltos de agua.
Tabarla, declarado Paraje Natural, es un bello rincón junto al Magro que nos ofrece un agradable paseo por el río. El pantano de Forata, inaugurado en 1969, nos ofrece una bella ruta circular. El Motrotón, la montaña emblema del municipio, domina La Hoya y ofrece unas espectaculares vistas. Allí también se han descubierto restos arqueológicos,. El senderismo es otra de las actividades que podemos practicar en Yátova, pues presenta una variada oferta de rutas y senderos de diferente longitud y dificultad. La mayoría de las rutas parten del Parque de San Vicente.
Otro de los alicientes de visitar los alrededores de Yátova es conocer Los Cucos, unas construcciones erigidas con la técnica de la piedra en seco y que utilizaban antiguamente los pastores para guarecerse de las inclemencias del tiempo. También nos habla de técnicas constructivas La Mina, una espectacular obra de 260 metros de longitud que erigieron los vecinos con bloques de adobe en 1878 y que permitió llevar agua hasta el centro del pueblo. Otra emblemática fuente de Yátova es el manantial de Donde Nace, que nunca se ha secado y cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos.
Ya dentro del municipio, no podemos dejar de visitar el Pozo de la Nieve: se trata del nevero más bajo sobre el nivel del mar de todo el arco Mediterráneo y el único que está dentro de una población.
También merece una visita la Iglesia de los Santos Reyes, construida en el siglo XVII y catalogada como bien de relevancia local.
Y para reponer fuerzas durante la visita, Yátova nos ofrece una variada oferta gastronómica que incluye platos como el arroz negro de vendimia, cuyo ingrediente clave es la bajoca de entrelaza, el rin-ran, la gachamiga, el pisto, el gazpacho yatovero, el potaje de vieja o el mojete. Sin duda, recetas ancladas en la tradición y que hacen las delicias de quienes tienen la suerte de degustarlas.